Durante años, ser Salieri fue suficiente. Brillar con método, triunfar con rigor, perfeccionar cada detalle con disciplina y obtener el reconocimiento merecido por ello. Antonio Salieri no era un cualquiera: fue maestro de capilla imperial, respetado por sus pares y venerado en vida. No necesitaba más. Hasta que apareció Mozart.
Y de pronto, todo lo que era admirable pasó a parecer insuficiente.
Esa es la sensación que hoy transmite Pecco Bagnaia en MotoGP. Ha sido campeón del mundo dos veces consecutivas, el primero en devolver a Ducati al trono desde Stoner. Ha pilotado con inteligencia, serenidad, cálculo. Ha sabido sufrir y resistir. Pero en este 2025, bajo el mismo techo rojo de Borgo Panigale, ha llegado alguien que no juega con sus reglas. Alguien que, como Mozart, improvisa genialidades mientras los demás afinan el metrónomo.
Ese alguien se llama Marc Márquez.

No confundan, ser Salieri es extraordinario
Lo más doloroso de ser Salieri no es la mediocridad, porque Salieri no era mediocre, era muy bueno en lo suyo. Lo verdaderamente desgarrador es ser excelente y aún así no poder tocar el nivel del genio que tienes enfrente. Bagnaia no ha dejado de ser un gran piloto. Pero ahora, con Márquez en igualdad de condiciones, todo se hace cuesta arriba.
Marc tiene la misma GP24 o 25 o como queráis llamarla que Pecco, con las mismas herramientas, mismo equipo, mismo respaldo, mismos datos. Y sin embargo, lo derrota. Con dominio, con instinto, con una soltura que parece incluso insultante. Como si llevar esa Ducati al límite fuese un ejercicio artístico y no técnico.
Pecco, como Salieri, sigue escribiendo grandes partituras. Pero ya no suenan igual cuando en la pista hay alguien capaz de componer sin esfuerzo una sinfonía completa entre curva y curva.
Pirro va más allá. Admite que “Pecco está intentando hacer más cosas que el año pasado porque los Márquez han elevado el nivel, y en esa fase está encontrando problemas”. Y lanza una sentencia que retumba en el paddock: “Bagnaia tiene que enfrentarse al piloto más fuerte de la historia”. No hay mayor tortura para un campeón que darse cuenta de que su límite es el punto de partida del otro.

¿Hay redención para Salieri?
Sí. Pero requiere algo más que trabajo. Pecco deberá reinventarse, como intentó Salieri sin éxito. Porque seguir haciendo lo mismo esperando que funcione contra un talento desatado como Marc no será suficiente.
No es que Bagnaia se haya vuelto un mal piloto. Es que ahora compite contra alguien que le ha robado el aura. Y que encima lo hace desde la misma moto, sin excusas posibles. Como Salieri frente a Mozart, Bagnaia está viendo cómo sus méritos dejan de ser extraordinarios porque alguien ha redefinido la vara de medir.
Decía Salieri en la película Amadeus que su castigo eterno sería poder reconocer la genialidad… sin poder alcanzarla. Ver a Mozart brillar, sabiendo que él jamás podría hacerlo igual.
Pecco aún está a tiempo de que su historia tenga otro final. Pero este 2025, mientras Marc Márquez transforma cada domingo en una obra maestra de pilotaje, Bagnaia está viendo cómo ser Salieri ya no es suficiente.
Y no hay mayor tortura para un campeón que esa.
Génial ejemplo.
Gracias!!
Waow… nice and beautiful article
Thanks! 🙂
Buf anda que como lo lea alguno que yo me se le da algo, es tal y como lo describes en Ducati hay dos pilotos, un buen piloto y otro extraordinario y hay es donde surgen los problemas.
Un abrazo Fran.
Bueno, es mi opinión, no intento impartir cátedra con esto!
Me encanta Fran!!! Estás “desaprovechao”!!! 👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
Muchas gracias!!!
Concordo 1000%
Joder Fran, el artículo la leche. Enhorabuena
Mil gracias 😀
Enhorabuena por el artículo, Fran. Me ha encantado la comparación entre Salieri y Mozart. Hay victorias que no bastan y títulos que no alivian.
Pecco lo ha hecho todo bien: ha estudiado, ha trabajado, ha ganado.
Pero hay algo que no se puede entrenar: el brillo natural del genio.
Y en su camino, una y otra vez, se cruza ese talento salvaje e indomable llamado Marc Márquez.
Mientras Pecco perfecciona cada curva, Marc las reinventa.
Porque no hay castigo más cruel que ser grandioso… en la misma era que un elegido. Y saber, en el fondo, que cuando él está en pista, tu gloria ya no depende solo de ti.
No hay justicia en ese duelo. Solo historia.
Muchas gracias David, estoy muy contento por la acogida que está teniendo este pequeño artículo, gracias de corazón.
Muy acertada la comparación, excelente artículo
Mil gracias, Espero estar a la altura en los siguientes.
Bueníssimo el artículo.
Lo firmarían encantados muchísimos periodistas, entre ellos Mela y Alguersiari. Eres una perla q más pronto q tarde descubriran. Gracias por todo lo q nos das.
Grande Fran!!
Muchas gracias!!! Son palabras mayores compararme con Mela o Jaime, uno de mis sueños sería poder llegar a escribir en algún medio escrito, no sé si se dará en alguna ocasión pero hasta entonces por aquí tendréis algunas píldoras.
Apenas una sóla palavra, eres um poeta.